jueves, 4 de julio de 2013

Comentario de la novela "Lunática" de Mariana Ducros

Lunática, una experiencia especial

Si debiésemos hacer un estudio crítico; por encima de todos los aspectos que pueden enfocarse en una novela, deberíamos basarnos en el discurso, y cuando hablamos de discurso nos referimos al modo de decir y a su efecto, en este caso, de lograr un grado extremo de verosimilitud.
     La verosimilitud en literatura, se puede alcanzar por varios caminos: por el argumento, por la transcripción exacta de datos, por el engranaje exacto de las partes, pero en definitiva, cuando hablamos de verosimilitud estamos hablando de hacer creíble algo. No importa que se trate de algo que en verdad es, sino que se cree en ello.
     Y la mayor capacidad de verosimilitud en el estilo de Mariana Ducros, está en el discurso; en ese modo de decir que hace humanos a sus personajes. No estamos leyendo, sino que estamos oyendo, y cuando se oye “existe”.
     La autora puede ingresar al mundo etario de sus personajes a través del habla. Y desde el habla abarca no solo la circunstancia del argumento, sino la historia social, económica y cultural de ese personaje. El habla  es para nuestra autora la pista de despegue para acceder al argumento.
     Sus personajes primero hablan, después actúan. No es el famoso “Pienso, por lo tanto existo”. En este caso, es “Hablo, luego existo”.
      Otro aspecto importantísimo es la construcción minimalista, donde no necesita ahondar en adjetivación ni en demasiadas explicaciones para llegar a la acción. Cada párrafo es un pequeño mundo en sí mismo; acabado argumental y estéticamente aunque desconozcamos la totalidad de la historia, en cada párrafo, tenemos flashes completos de sus partes.    
Y ¡¿Qué decir del argumento especial que nos trae: Lunática?!
     Con la sugerente y especialísima ilustración de tapa, a cargo de Andrés Miguens, tenemos un anticipo sobre el tema: la licantropía. Palabra que deriva del griego Lykos (lobo) y antropos (hombre). Lo que vulgarmente conocemos como “hombre lobo”.
La licantropía es un fenómeno psíquico que afecta la conducta del individuo y que produce cambios morfo genéticos del ADN que afectan no solo al cuerpo sino a la razón y al alma.
     Existe otra etimología, de carácter folclórico que conecta la palabra a Licaon, quien fuera rey de Arcadia, el que según el poema Metamorfosis, de Ovidio, fue convertido en lobo furioso por Zeus.
     Sea cual fuere el origen, está relacionado con el cambio en el cuerpo y en las costumbres, en forma temporaria, especialmente activada con el poder majestuoso de la luna llena.
     En el caso de Lunática, con gran habilidad, la autora, tomó el término para el título, como un aviso de lo que está por suceder en ciertos momentos de la vida de una adolescente, que influenciada por la acción de la luna, tan cercana a los ciclos femeninos, padece de ciertos trastornos que transforman su vida.
     Mariana Ducros juega con la metáfora de la licantropía en una coordenada atravesada por los ciclos biológicos y  la sustancia de la leyenda.
     Hay novelas sobre las cuales se puede argumentar mucho y pueden ser atravesadas por las palabras; otras, como en el caso de Lunática solo tienen una opción: en lugar de leerla hay que llevársela puesta.
     Como lector lobo, uno se convierte bajo el influjo de Lunática, en una adorable adolescente atravesada por el amor. Esa es la gran metamorfosis.
     ¿Quién no quisiera esperar la próxima luna llena para semejante milagro?
     Pero a no desesperar: basta con abrir el libro.
¡Gracias Mariana!
Graciela Capacci


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